En estas fechas invernales, es más que común encontrarse adornando pinos y otras coníferas con el propósito de la celebración navideña, las personas gastamos grandes cantidades de dinero adquiriendo los mejores ejemplares, luces y decoraciones. Disfrutamos de la compañía de nuestros seres amados alrededor de este especial árbol, que así como si nada, introduce un sentido de bienestar en cualquier cuarto donde se encuentre.
¿Alguna vez te has preguntado el por qué del árbol de Navidad? ¿Por qué sentimos que la Navidad está completa con su presencia?
La respuesta está dentro de lo que significa el árbol navideño y de como ha estado dentro de las festividades invernales desde las primeras civilizaciones.
Para esto, traten de imaginarse en una época donde sus vida se encontraban a merced de los fenómenos naturales, imaginen la llegada de un invierno largo, frío y oscuro. Traten de situarse en esa época donde el sol casi no duraba en el transcurso del día, las plantaciones se encontraban secas, los animales dormidos en sus cuevas y madrigueras. ¿Distinto no? Ahora si, viene la explicación...
Desde el comienzo de la civilización, ha habido una época del año donde el ambiente se vuelve frío y un poco inhóspito, las cosechas han sido recolectadas, las flores y plantaciones se secan o mueren, y las criaturas se dedican a esconderse o dormir en sus hogares. El mismo ambiente designa que es momento de oscuridad, de sueño, de muerte y reflexión.
En estas culturas paganas (culturas que adoraban a la naturaleza y sus espíritus) se celebraba la llegada del Solsticio Invernal que normalmente marcaba la llegada del invierno, (los días varían dependiendo en qué hemisferio del mundo te localices) donde como ya mencioné la mayoría de las criaturas y vegetación duermen o mueren; la mayoría más no toda.
Las personas se dieron cuenta que varios tipos de coníferas y palmas no morían con la llegada de dicha estación, algunas incluso se volvían más fuertes y verdes. Esto definitivamente era un símbolo de esperanza y alegría, ya que estas plantas sobrevivían la larga oscuridad, devolviendo un poco de color a las familias de antaño.
Desde la antigua Sumeria, pasando por Egipto, los Celtas, Vikingos hasta culturas de Mesoamérica, encontraron en los árboles un símbolo de vida, de supervivencia, de esperanza y luz.
Hay datos antiguos que platican como los pueblos llenaban sus casas de estos árboles y arbustos para tener la certeza de que la vida triunfa después de la muerte. Más delante empezaron a representar la luz de las estrellas del cielo en el árbol, agregándole velas y otras ornamentas.
La representación del árbol fue variando a través de los años y se fue moldeando de acuerdo a la cultura y tradiciones. El árbol navideño que conocemos hoy en día proviene de la antigua Germania, ese árbol lindo lleno de caramelos, juguetes, cristales, luces y la hermosa estrella que es la luz que uno lleva consigo mismo y jamás se extingue.
Ahora cuando piensen que el árbol navideño no tiene que ver con su cultura, religión o sistema de creencias, sólo recuerden que estos árboles fueron venerados por su supervivencia, por la vida que derrochaban incluso en las estaciones difíciles, por la esperanza de que a pesar de que todo esté oscuro y la muerte se encuentre en el ambiente, la vida siempre triunfará, ya que la naturaleza misma así lo designa.
Les deseo una Navidad y fiestas invernales llenas de luz, paz y mucha reflexión.
Bendiciones )O(
Reina Bruja
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